En la industria: Cada fábrica individualmente puede disminuir su consumo de energía por unidad de producción con tecnologías de mayor eficiencia energética, pero esto puede no ser visible en la totalidad del sector industrial, debido a un aumento en la producción o por a una mayor participación en la producción de industrias con alta intensidad de energía.
Las mejoras de la eficiencia energética se refieren a una reducción en la energía utilizada para un servicio energético dado (calefacción, iluminación, etc.) o para un nivel de actividad. Esta reducción en el consumo de energía no está necesariamente asociada a cambios tecnológicos, dado que también puede resultar de una mejor organización y gestión o de una mejor eficiencia económica en el sector (por ejemplo, ganancias totales de productividad).
En economías de mercado, la eficiencia energética es ante todo un asunto de comportamiento individual, y refleja la base lógica del comportamiento de los consumidores de energía. Evitar el consumo innecesario de energía, o elegir el equipo más adecuado para reducir el costo de la energía contribuye a disminuir el consumo individual de energía sin disminuir el bienestar individual; también contribuye a aumentar la eficiencia energética total de la economía nacional.
Evitar el consumo innecesario ciertamente es un asunto de comportamiento individual, pero, a menudo, también es un asunto de equipo adecuado: regulación térmica de la temperatura ambiente, o apagado automático de luces en habitaciones de hotel desocupadas, son buenos ejemplos de cómo el equipo puede reducir la influencia del comportamiento individual.